Lost Legacy se encuentra ambientado en el espacio temporal de un futuro cercano, pero en un diferente plano espacial. En su estado actual se divide en 7 reinos, 6 de los cuales están alimentados por huevos de dragón que proveen energía a sus tierras y, el central. Nemereth, recibe la energía sobrante de todos los demás. Los huevos aportan cualidades que podrían considerarse, por si solas, positivas para las personas que allí viven, pero también aportan su lado negativo, obsesivo y extremo de cada uno.
Conectarse
Últimos temas
--
PJ FEMENINO
--
NARRACIÓN
--
Lost Legacy está bajo la licencia de Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License. El contenido del foro: Imágenes, Historia, Personajes y Nombres son propiedad intelectual exclusiva del foro,cualquier intento de plagio parcial y/o total del contenido de este foro será denunciado de inmediato y sin previo aviso a ForoActivo.
La trama del foro así como los PJ Cannon, el Bestiarios y otras historias son originales y derecho de Marcos Gabriel Berengeno (Merceron). Cualquier copia total o parcial de sus ideas será denunciado.
Una refrescante huida. {Libre}
2 participantes
Lost Legacy :: Nemedur :: Lizeorion :: Praderas Sirion
Página 1 de 1.
Una refrescante huida. {Libre}
Había discutido nuevamente con Remedi, mi hermana. Su empeño por despertar mi interés en las compromisos que significaba vivir en el castillo ¡era agobiante! ¿Acaso era tan difícil entender que no me interesaba aparecer en eventos sociales, mucho menos fingir por varias horas que me importaba la vida aburrida y opulenta de la corte? Me negaba a aceptarlo como una obligación, ella era la que había decidido continuar el legado de mi padre, no yo.
Salí enfadada hacía las caballerizas, Lo único que deseaba era dejar atrás esas murallas. Me dirigí con paso firme y apresurado a mi caballo “maní”: un hermoso corcel frisón pura raza, que lucía una capa de pelo en su totalidad negra y brillante. Su aspecto en general lo hacía dueño de una gran majestuosidad y elegancia. De niña me gustaba peinar su crin, así, “maní” había soportado estoico por años: trenzados extraños y coletas con listones que remataban siempre con excesivos adornos. Luego decidí que llevaría su crin al natural, cosa que pareció agradecer porque me había aceptado aun más y su temperamento se había vuelto menos rebelde.
Me sintió acercarme y se alteró, parecía siempre adivinar mis estados de ánimo. Acaricié su lomo para calmarlo, lo cepillé un poco y luego le coloqué la montura, era un trabajo afanoso pero Maní no permitía que nadie más lo tocara. Lo monté saliendo a trote para no lastimarlo y luego él mismo fue tomando velocidad, cabalgué hasta las praderas de Sirion, mi corcel sabía el camino de memoria y no tuve que guiarlo, me dediqué a disfrutar del paisaje y de la brisa suave que corría a la par que el viento y se enredaba en mi cabello.
Llegué a un claro que se abría a mitad de una espesa arboleda, cerca de una pequeña laguna de agua cristalina que se coloreaba con el reflejo índigo del cielo; estaba escondida entre altas formaciones rocosas y espeso follaje, lo que la hacía a la vista aun más hermosa. Hacía años que había adoptado aquel lugar como mi refugio personal, así que me sentía confiada y lograba bajar la guardia. Descendí del caballo, le retiré la funda de mi arco y la montura. Lo dejé que se moviera en libertad, no me gustaba atarlo y él se había acostumbrado a que no lo hiciera. Saqué mi arco y lo preparé pero me sentía demasiado acalorada y el lago era una abierta invitación a refrescarme, así que me despoje de varias capas de ropa y me tiré al agua sin pensarlo.
Salí enfadada hacía las caballerizas, Lo único que deseaba era dejar atrás esas murallas. Me dirigí con paso firme y apresurado a mi caballo “maní”: un hermoso corcel frisón pura raza, que lucía una capa de pelo en su totalidad negra y brillante. Su aspecto en general lo hacía dueño de una gran majestuosidad y elegancia. De niña me gustaba peinar su crin, así, “maní” había soportado estoico por años: trenzados extraños y coletas con listones que remataban siempre con excesivos adornos. Luego decidí que llevaría su crin al natural, cosa que pareció agradecer porque me había aceptado aun más y su temperamento se había vuelto menos rebelde.
Me sintió acercarme y se alteró, parecía siempre adivinar mis estados de ánimo. Acaricié su lomo para calmarlo, lo cepillé un poco y luego le coloqué la montura, era un trabajo afanoso pero Maní no permitía que nadie más lo tocara. Lo monté saliendo a trote para no lastimarlo y luego él mismo fue tomando velocidad, cabalgué hasta las praderas de Sirion, mi corcel sabía el camino de memoria y no tuve que guiarlo, me dediqué a disfrutar del paisaje y de la brisa suave que corría a la par que el viento y se enredaba en mi cabello.
Llegué a un claro que se abría a mitad de una espesa arboleda, cerca de una pequeña laguna de agua cristalina que se coloreaba con el reflejo índigo del cielo; estaba escondida entre altas formaciones rocosas y espeso follaje, lo que la hacía a la vista aun más hermosa. Hacía años que había adoptado aquel lugar como mi refugio personal, así que me sentía confiada y lograba bajar la guardia. Descendí del caballo, le retiré la funda de mi arco y la montura. Lo dejé que se moviera en libertad, no me gustaba atarlo y él se había acostumbrado a que no lo hiciera. Saqué mi arco y lo preparé pero me sentía demasiado acalorada y el lago era una abierta invitación a refrescarme, así que me despoje de varias capas de ropa y me tiré al agua sin pensarlo.
Aryana-
Mensajes : 72
Puntos : 32
Inscripción : 04/08/2012
Edad : 18
Orientación sexual : Heterosexual
Pareja actual : Ninguna
Ocupación : Ninguna
Re: Una refrescante huida. {Libre}
Las praderas Sirion eran un magnifico lugar en el cual relajarse de todas las obligaciones que tenía. ¿Un chico de 19 años podía llegar a estar tan ocupado? En efecto si es que era miembro de la alta clase de Lizeorion, recibía clases privadas con su abuelo, un prominente politico y además iba a la universidad M. Wood y, fuera de eso, estaba siendo entrenado como Arcano en sus tiempos libres. Incluso a pesar de que amara con pasión todas las actividades a las que tenía que asistir, resultaba agobiante tener que responder con todo, y siempre un descanso le resultaba de maravilla. Por supuesto, había pensado en las praderas por una muy sencilla razón: cabía la ligera posibilidad de que se encontrara con Aryana.
Su amiga de la infancia, un año menor que Karim, había descubierto un lugar secreto y privado hacía mucho tiempo y luego decidió compartirlo con el joven Delois cuando tuvo la oportunidad. Los dos solían fugarse del castillo solo para ir hasta ese lugar, pero considerando que quedaba tan alejado, generalmente iban en caballo. Sin embargo, en esa ocasión Karim fue hasta allí caminando, considerando que había salido de clase y la universidad quedaba más cerca a las praderas que al castillo. No encontró a Aryana allí, pero si que encontró un montón de sus cosas desperdigadas por la orilla de un lago cercano y supo entonces que había decidido darse un baño. Se acercó a sus cosas y se sentó entre ellas, tomando el arco que veía y jugueteando con él mientras buscaba la figura de su amiga entre el agua.
Observando el agua durante un rato, pudo encontrar las ondas que eran generadas por algunas pertubación en el agua. Por el tamaño, o bien se trataba de Aryan o bien de algún animal gigante, cosa que dudaba porque de ser así su amiga ya habría saltado a la orilla del lago en busca de su arco para darle muerte y llevarlo al castillo como trofeo. Se quitó su mochila de cuero y la dejó al lado de las cosas de Aryana, antes de echarse también al agua y nadar en su dirección. Al parecer no se había dado cuenta la chica de su presencia, por lo que facilmente pudo llegarle por detrás y asustarla antes de subir a la superficie. Cuando Aryana subió también, Karim mostraba una complacida sonrisa en el rostro.
- ¿Eh, se puede saber que haces por aquí?
Su amiga de la infancia, un año menor que Karim, había descubierto un lugar secreto y privado hacía mucho tiempo y luego decidió compartirlo con el joven Delois cuando tuvo la oportunidad. Los dos solían fugarse del castillo solo para ir hasta ese lugar, pero considerando que quedaba tan alejado, generalmente iban en caballo. Sin embargo, en esa ocasión Karim fue hasta allí caminando, considerando que había salido de clase y la universidad quedaba más cerca a las praderas que al castillo. No encontró a Aryana allí, pero si que encontró un montón de sus cosas desperdigadas por la orilla de un lago cercano y supo entonces que había decidido darse un baño. Se acercó a sus cosas y se sentó entre ellas, tomando el arco que veía y jugueteando con él mientras buscaba la figura de su amiga entre el agua.
Observando el agua durante un rato, pudo encontrar las ondas que eran generadas por algunas pertubación en el agua. Por el tamaño, o bien se trataba de Aryan o bien de algún animal gigante, cosa que dudaba porque de ser así su amiga ya habría saltado a la orilla del lago en busca de su arco para darle muerte y llevarlo al castillo como trofeo. Se quitó su mochila de cuero y la dejó al lado de las cosas de Aryana, antes de echarse también al agua y nadar en su dirección. Al parecer no se había dado cuenta la chica de su presencia, por lo que facilmente pudo llegarle por detrás y asustarla antes de subir a la superficie. Cuando Aryana subió también, Karim mostraba una complacida sonrisa en el rostro.
- ¿Eh, se puede saber que haces por aquí?
Karim-
Mensajes : 42
Puntos : 21
Inscripción : 06/09/2012
Edad : 18
Orientación sexual : Heterosexual
Pareja actual : Ninguna
Ocupación : Ninguna
Re: Una refrescante huida. {Libre}
El agua estaba deliciosa, nadaba sin ninguna preocupación y con libertad, sabia que nadie más podría llegar. A menos que Karim decidiera fugarse de sus clases y acudir, él era el único que conocía aquel lugar. Sonreí ante la idea, me parecía absurda pues hacía unos años mi amigo de la infancia se había vuelto todo un joven responsable, que al contrario de mí, adoraba sus actividades y clases; él las consideraba un privilegio, yo una imposición. Lo echaba de menos, solíamos ser cómplices en todo y estar siempre juntos, pero ahora lo veía cada vez con menos frecuencia.
No lograba recordar con exactitud cuando había comenzado nuestra amistad, el comienzo de todo se había perdido a través de los años en mi memoria. Nuestras familias eran muy unidas y desde pequeños habíamos compartido horas y horas de juegos y travesuras. No sabia cuantas veces habíamos huido juntos; al principio siempre nos descubrían y castigaban, luego nos volvimos expertos en ese arte. Recordé aquella vez que la guardia mayor de mi padre estuvo por más de una hora buscándonos en las inmediaciones del castillo, mientras nos escondíamos en una torre del mismo, divertidos observando desde una ventanilla toda la movilización que habíamos generado.
Los recuerdos de mi niñez siempre despertaban una sensación cálida en mi pecho, extrañaba esos momentos libres de preocupaciones y de los reproches constantes de mi hermana. Extrañaba los relatos que su abuelo inventaba para nosotros mientras lo mirábamos boquiabiertos creyendo que todo era verdad, extrañaba las carreras de caballos que nos inventábamos en las praderas, extrañaba esas ocasiones en que mi amigo se había culpado por salvarme de algún castigo. En resumen, extrañaba la compañía constante de Karim, pues algunas veces como hoy la soledad pugnaba por salir a flote y volverme el día miserable .
Alejé los pensamientos nostálgicos de mi mente y me concentré en disfrutar el momento, así pasaron los minutos, de pronto escuché a maní moverse nervioso, miré hacía donde se encontraba pero no vi nada fuera de lo común, tome una gran bocanada de aire, me hundí y mire desde abajo, la visión se distorsionaba por el agua pero podría distinguir fácilmente si la figura de alguien se asomaba. Al momento pensé en que había dejado mi arco en la orilla, lejos de donde estaba, me encontraba desarmada y me sentí desprotegida. Fue entonces, que escuche un golpe sordo en el agua, como si alguien se hubiera clavado en ella, salí a tomar más aire. Sentí el movimiento detrás de mí y nadé a la orilla por debajo; cuando me fue imposible contener más la respiración, paré y volví a emerger, mis ojos estaban alertas a cualquier movimiento pero la laguna lucia impasible, mi mente comenzó a creer que solo había sido mi imaginación. Cuando de repente sentí unas manos tocando mi espalda, contrario a todo lo que me habían enseñado, dejé que el pánico me invadiera y asustada lancé un grito, la adrenalina se hizo presente y moví mis piernas con fuerza para llegar a la orilla con la firme idea de tomar mi arco y dar muerte a quien quiera que se hubiera atrevido a intentar algo. Pero me fue imposible, las manos se engancharon a mi ropa impidiéndome seguir, giré asustada y vi una sonrisa burlona en la cara que reconocí como la de mi amigo Karim, preguntó qué hacía ahí. –Escapando, sabes que es lo que mejor hago- Dije con voz entrecortada pues el miedo que había sentido aun no desaparecía del todo.
Suspiré aliviada y con una mueca entre divertida y molesta le tire agua en la cara, me sostuve en sus hombros y lo hundí. Nadando laguna adentro esperando que se uniera al juego, como cuando éramos niños.
No lograba recordar con exactitud cuando había comenzado nuestra amistad, el comienzo de todo se había perdido a través de los años en mi memoria. Nuestras familias eran muy unidas y desde pequeños habíamos compartido horas y horas de juegos y travesuras. No sabia cuantas veces habíamos huido juntos; al principio siempre nos descubrían y castigaban, luego nos volvimos expertos en ese arte. Recordé aquella vez que la guardia mayor de mi padre estuvo por más de una hora buscándonos en las inmediaciones del castillo, mientras nos escondíamos en una torre del mismo, divertidos observando desde una ventanilla toda la movilización que habíamos generado.
Los recuerdos de mi niñez siempre despertaban una sensación cálida en mi pecho, extrañaba esos momentos libres de preocupaciones y de los reproches constantes de mi hermana. Extrañaba los relatos que su abuelo inventaba para nosotros mientras lo mirábamos boquiabiertos creyendo que todo era verdad, extrañaba las carreras de caballos que nos inventábamos en las praderas, extrañaba esas ocasiones en que mi amigo se había culpado por salvarme de algún castigo. En resumen, extrañaba la compañía constante de Karim, pues algunas veces como hoy la soledad pugnaba por salir a flote y volverme el día miserable .
Alejé los pensamientos nostálgicos de mi mente y me concentré en disfrutar el momento, así pasaron los minutos, de pronto escuché a maní moverse nervioso, miré hacía donde se encontraba pero no vi nada fuera de lo común, tome una gran bocanada de aire, me hundí y mire desde abajo, la visión se distorsionaba por el agua pero podría distinguir fácilmente si la figura de alguien se asomaba. Al momento pensé en que había dejado mi arco en la orilla, lejos de donde estaba, me encontraba desarmada y me sentí desprotegida. Fue entonces, que escuche un golpe sordo en el agua, como si alguien se hubiera clavado en ella, salí a tomar más aire. Sentí el movimiento detrás de mí y nadé a la orilla por debajo; cuando me fue imposible contener más la respiración, paré y volví a emerger, mis ojos estaban alertas a cualquier movimiento pero la laguna lucia impasible, mi mente comenzó a creer que solo había sido mi imaginación. Cuando de repente sentí unas manos tocando mi espalda, contrario a todo lo que me habían enseñado, dejé que el pánico me invadiera y asustada lancé un grito, la adrenalina se hizo presente y moví mis piernas con fuerza para llegar a la orilla con la firme idea de tomar mi arco y dar muerte a quien quiera que se hubiera atrevido a intentar algo. Pero me fue imposible, las manos se engancharon a mi ropa impidiéndome seguir, giré asustada y vi una sonrisa burlona en la cara que reconocí como la de mi amigo Karim, preguntó qué hacía ahí. –Escapando, sabes que es lo que mejor hago- Dije con voz entrecortada pues el miedo que había sentido aun no desaparecía del todo.
Suspiré aliviada y con una mueca entre divertida y molesta le tire agua en la cara, me sostuve en sus hombros y lo hundí. Nadando laguna adentro esperando que se uniera al juego, como cuando éramos niños.
Aryana-
Mensajes : 72
Puntos : 32
Inscripción : 04/08/2012
Edad : 18
Orientación sexual : Heterosexual
Pareja actual : Ninguna
Ocupación : Ninguna
Re: Una refrescante huida. {Libre}
Karim sabía a la perfección que podría divertirse allí muchísimo más que en cualquier otro lugar, y no era porque lo demás no fuera entretenido (A decir verdad, sus clases de ciencias arcanicas eran lo de lo más interesante y las adoraba), sino por el sencillo hecho de encontrarse en compañía de Aryana. No recordaba un solo momento aburrido con ella y, si acaso había pasado, solo había sido durante un corto periodo de tiempo. Se acercó nadando a Aryana luego de sentir el agua que le había lanzado. Siempre había sido bueno para nadar, pero su amiga también era bastante buena en esa disciplina, por lo que alcanzarla no le resultaría nada facil.
De alguna forma misteriosa y extraña, o tal vez Ary simplemente había bajado la velocidad, consiguió estar lo suficientemente cerca como para poner sus manos en las espalda de la chica y hundirla lo suficiente para que Karim pudiera pasar y aventajarla considerablemente. Encontró entonces unas pocas piedras en el medio del lago, sobresaliendo y lo suficientemente altas como para que cualquiera pudiera verlas. Salió del agua y se acostó en las rocas mas altas, con la cabeza puesta de forma que le fuera posible mirar si Aryana se acercaba.
- ¿Por qué tan lenta? Creo que la falta de practica conmigo te han hecho daño - Dijo mientras reía y observaba cautelosamente a Aryana. Conociendola, no dudaba en que quisiera ir a las rocas y botar a su amigo al agua. - ¿Que me cuentas? Hace un buen rato que no te veo y debo estar siempre al tanto de tus travesuras, además... - Se percató repentinamente de algo que antes no había notado, algo por lo cual se empezaba a preocupar, no por él sino por la joven Ornleblas. Se levantó y dio un salto al agua bastante cerca de Aryana. Cuando salió a la superficie levantó las manos como gesto de paz y la miró con gesto endurecido e intrigado. - ¿Por qué estás huyendo ahora?
Si había en lo que podía catalogarse Karim era en ser un buen guardián de secretos, pues ya llevaba mucho tiempo cargando los de Aryana e incluso cada vez que la interrogaba la obligaba a confesarse con él. Sabía de sus problemas con su hermana, por el hecho de que evadiera sus responsabilidades tan a menudo. A Karim no le agradaba en lo absoluto que lo hiciera, pero de todas formas respetaba las decisiones de su amiga, no obstante intentaba convencerla siempre que podía de que formar parte de la nobleza de una democracia no resultaba tan fastidioso como ella podía creer, y es que Karim había tenido la buena fortuna de contar con las clases de su abuelo Moshter, en las que había escuchado lo suficiente acerca de las monarquías de otros reinos como para adorar la democracia de su tierra.
De alguna forma misteriosa y extraña, o tal vez Ary simplemente había bajado la velocidad, consiguió estar lo suficientemente cerca como para poner sus manos en las espalda de la chica y hundirla lo suficiente para que Karim pudiera pasar y aventajarla considerablemente. Encontró entonces unas pocas piedras en el medio del lago, sobresaliendo y lo suficientemente altas como para que cualquiera pudiera verlas. Salió del agua y se acostó en las rocas mas altas, con la cabeza puesta de forma que le fuera posible mirar si Aryana se acercaba.
- ¿Por qué tan lenta? Creo que la falta de practica conmigo te han hecho daño - Dijo mientras reía y observaba cautelosamente a Aryana. Conociendola, no dudaba en que quisiera ir a las rocas y botar a su amigo al agua. - ¿Que me cuentas? Hace un buen rato que no te veo y debo estar siempre al tanto de tus travesuras, además... - Se percató repentinamente de algo que antes no había notado, algo por lo cual se empezaba a preocupar, no por él sino por la joven Ornleblas. Se levantó y dio un salto al agua bastante cerca de Aryana. Cuando salió a la superficie levantó las manos como gesto de paz y la miró con gesto endurecido e intrigado. - ¿Por qué estás huyendo ahora?
Si había en lo que podía catalogarse Karim era en ser un buen guardián de secretos, pues ya llevaba mucho tiempo cargando los de Aryana e incluso cada vez que la interrogaba la obligaba a confesarse con él. Sabía de sus problemas con su hermana, por el hecho de que evadiera sus responsabilidades tan a menudo. A Karim no le agradaba en lo absoluto que lo hiciera, pero de todas formas respetaba las decisiones de su amiga, no obstante intentaba convencerla siempre que podía de que formar parte de la nobleza de una democracia no resultaba tan fastidioso como ella podía creer, y es que Karim había tenido la buena fortuna de contar con las clases de su abuelo Moshter, en las que había escuchado lo suficiente acerca de las monarquías de otros reinos como para adorar la democracia de su tierra.
Karim-
Mensajes : 42
Puntos : 21
Inscripción : 06/09/2012
Edad : 18
Orientación sexual : Heterosexual
Pareja actual : Ninguna
Ocupación : Ninguna
Re: Una refrescante huida. {Libre}
Mi amigo había notado mi estado de animo, y ¿cómo no hacerlo? Si él era la única persona que podía jactarse de conocerme mejor que nadie. Desistí de tirarlo de las rocas y mi expresión se torno algo sombría, un suspiro se escapo de mis labios que resoplaron con impotencia –Es nuevamente Remedi, se empeña en despertarme el interés en todos esos asuntos de gobierno. A veces solo quisiera desaparecer de aquí, encontrar un lugar donde nadie se postre ante mí, donde nadie me haga reverencias o se apresure a cumplir mi más mínimo capricho cada que parpadeo. Quiero sentirme libre de caminar sin ser reconocida-
Me quedé unos minutos jugando con mis pensamientos, ahora tenía edad suficiente para tomar mis propias decisiones, una luz comenzó a emerger y fue tomando forma, se prendió de mis pupilas y las hizo brillar a causa de esa nueva idea que se me acababa de ocurrir. –¡Voy a huir!- Le dije a mi amigo que me miraba con sorpresa. –Huiré pero esta vez será a otro reino, un lugar donde pueda ser simplemente Aryana, sin que el apellido Ornleblas nuble el horizonte- comenté como intentando convencerme a mi misma. –Y por supuesto, necesitaré de tu ayuda- Lo miré y esperé a que Karim quitara esa cara de asombro.
Me quedé unos minutos jugando con mis pensamientos, ahora tenía edad suficiente para tomar mis propias decisiones, una luz comenzó a emerger y fue tomando forma, se prendió de mis pupilas y las hizo brillar a causa de esa nueva idea que se me acababa de ocurrir. –¡Voy a huir!- Le dije a mi amigo que me miraba con sorpresa. –Huiré pero esta vez será a otro reino, un lugar donde pueda ser simplemente Aryana, sin que el apellido Ornleblas nuble el horizonte- comenté como intentando convencerme a mi misma. –Y por supuesto, necesitaré de tu ayuda- Lo miré y esperé a que Karim quitara esa cara de asombro.
Aryana-
Mensajes : 72
Puntos : 32
Inscripción : 04/08/2012
Edad : 18
Orientación sexual : Heterosexual
Pareja actual : Ninguna
Ocupación : Ninguna
Re: Una refrescante huida. {Libre}
Karim respiró hondo y escuchó con total atención como su amiga se desahogaba debido a una nueva disputa con su hermana. Si el joven conocía bien a Aryana, a la chica no le gustaba en lo absoluto la parte de ser de la nobleza Lizeoriana y disfrutaba siendo más sencilla o escapándose cada que podía para evitar algunas responsabilidades, y por ende, Karim terminaba escapándose con ella y perdiéndose de algunos eventos de alcurnia que realmente disfrutaba. Tal vez el odio por las costumbres de la clase alta era lo único en lo que la actitud de Karim difería con la de Aryana, y siempre que podía, el joven Delois intentaba convencer a su amiga de las ventajas de ser parte de la alta clase.
No obstante, antes de que pudiera decir nada su mandíbula estuvo a punto de desencajarse debido a la sorpresa que le había generado la nueva "brillante" idea de Aryana. La peor parte era que cada escape que planeaba la joven, Karim debía estar involucrado, pero para ir a algún otro reino y escapar de esa forma el chico no estaba dispuesto a hacerlo y trató de poner su cerebro en marcha para encontrar una forma de hacerla entrar en razón.
- ¿Estás segura de esto? No voy a obligarte a que te vayas, porque eso no me corresponde, pero tampoco estoy dispuesto a ayudarte si llegas a irte. Yo cuento con los mismos beneficios y desventajas que tu, y sin embargo me gusta permanecer aquí...estoy seguro de que podemos encontrar algún modo de que la nobleza no resulte tan sofocante... - Dio un rodeo en el agua alrededor de Aryana, buscando que más decir. Misteriosamente se le estaban acabando las ideas, cosa extraña pues casi nunca había pasado. - Podría pedirle a mi abuelo que te permita acompañarnos cuando visitemos algún otro reino...estoy recibiendo clases de política con él y tu compañía a los otros reinos podría hacer mucho más provechoso el viaje...podríamos escaparnos y conocer los reinos mientras todos duermen.
No obstante, antes de que pudiera decir nada su mandíbula estuvo a punto de desencajarse debido a la sorpresa que le había generado la nueva "brillante" idea de Aryana. La peor parte era que cada escape que planeaba la joven, Karim debía estar involucrado, pero para ir a algún otro reino y escapar de esa forma el chico no estaba dispuesto a hacerlo y trató de poner su cerebro en marcha para encontrar una forma de hacerla entrar en razón.
- ¿Estás segura de esto? No voy a obligarte a que te vayas, porque eso no me corresponde, pero tampoco estoy dispuesto a ayudarte si llegas a irte. Yo cuento con los mismos beneficios y desventajas que tu, y sin embargo me gusta permanecer aquí...estoy seguro de que podemos encontrar algún modo de que la nobleza no resulte tan sofocante... - Dio un rodeo en el agua alrededor de Aryana, buscando que más decir. Misteriosamente se le estaban acabando las ideas, cosa extraña pues casi nunca había pasado. - Podría pedirle a mi abuelo que te permita acompañarnos cuando visitemos algún otro reino...estoy recibiendo clases de política con él y tu compañía a los otros reinos podría hacer mucho más provechoso el viaje...podríamos escaparnos y conocer los reinos mientras todos duermen.
Karim-
Mensajes : 42
Puntos : 21
Inscripción : 06/09/2012
Edad : 18
Orientación sexual : Heterosexual
Pareja actual : Ninguna
Ocupación : Ninguna
Re: Una refrescante huida. {Libre}
Karim se resistía a mis planes como siempre lo hacía, con los años había aprendido a tocar su punto sensible de caballerosidad y apelar a ese enorme corazón que tenía para que me siguiera la corriente en los planes que se me ocurrían, o en mis “locuras” como las prefería llamar él.
Cuando discutió mi idea, justo como esperaba, puse carita de circunstancia y lo mire –¡Anda! No digo que nos quedemos allá, solo quiero conocer… quiero ir a Atma. ¿Has estado ahí? Me han dicho que sus valles son preciosos y su gente amable e interesante. Además ¡¡son guerreros natos, Karim!! Podría encontrar a alguien que me pueda dar nuevas clases. Hay armas que no me han permitido tocar y quiero aprender sobre su manejo, y por supuesto mejorar con mi arco. Además si vamos con tu abuelo no me permitirá ir con ustedes sin permiso, Remedi tendrá que enterarse y seguro manda medio ejercito con nosotros, y yo no quiero ser reconocida ¿recuerdas? Y eso será imposible, también, porque no creo que haya persona en algún reino que no conozca a tu abuelo, no quiero nada de atención puesta en mí... ¿Vamos solo nosotros?- Dije con vocecita infantil –Solo será un paseo a caballo, unas horas solamente, lo prometo- Lo miré midiendo sus reacciones, ¡diablos! Se había vuelto más resistente a mis intentos y mis recursos de persuasión.
Cambié de estrategia, yo tenía que ir sí o sí a Atma, la idea se me había metido en la cabeza y no descansaría hasta lograrlo, pero me daba algo de temor adentrarme sola a un reino donde solo conocía a un mercader que una vez al mes iba al palacio a ofrecer sus mercancías; y por supuesto no quería ni podía acudir a él, si la idea era que Remedi no se enterara. Remedi, el eco de su nombre despertó un flechazo de remordimiento que me atravesó, odiaba que todo el tiempo estuviera molestándome, pero la amaba, era mi hermana y sabía que le rompería el corazón si escapaba así sin más. Eso me hizo reconsiderar.
-Está bien, no huiré- Le dije a mi amigo que se mantenía expectante. Antes que celebrara la decisión, que aun no era del todo una como tal, me apresuré a agregar –Pero te propongo algo: Acompáñame a Atma, iremos solo de paseo para conocer- y explorar, así me hago una mejor idea por si después decido escapar de verdad. Pensé mientras le mostraba una amplia y fingida sonrisa, que borré rápidamente antes de que supiera que mentía un poco y descubriera mis verdaderas intenciones. Me conseguiría uno de esos famosos guerreros de Atma para que me entrenara, ya vería yo la manera. Antes tenía que ir a buscarlo junto con mi amigo…si lo convencía.
Cuando discutió mi idea, justo como esperaba, puse carita de circunstancia y lo mire –¡Anda! No digo que nos quedemos allá, solo quiero conocer… quiero ir a Atma. ¿Has estado ahí? Me han dicho que sus valles son preciosos y su gente amable e interesante. Además ¡¡son guerreros natos, Karim!! Podría encontrar a alguien que me pueda dar nuevas clases. Hay armas que no me han permitido tocar y quiero aprender sobre su manejo, y por supuesto mejorar con mi arco. Además si vamos con tu abuelo no me permitirá ir con ustedes sin permiso, Remedi tendrá que enterarse y seguro manda medio ejercito con nosotros, y yo no quiero ser reconocida ¿recuerdas? Y eso será imposible, también, porque no creo que haya persona en algún reino que no conozca a tu abuelo, no quiero nada de atención puesta en mí... ¿Vamos solo nosotros?- Dije con vocecita infantil –Solo será un paseo a caballo, unas horas solamente, lo prometo- Lo miré midiendo sus reacciones, ¡diablos! Se había vuelto más resistente a mis intentos y mis recursos de persuasión.
Cambié de estrategia, yo tenía que ir sí o sí a Atma, la idea se me había metido en la cabeza y no descansaría hasta lograrlo, pero me daba algo de temor adentrarme sola a un reino donde solo conocía a un mercader que una vez al mes iba al palacio a ofrecer sus mercancías; y por supuesto no quería ni podía acudir a él, si la idea era que Remedi no se enterara. Remedi, el eco de su nombre despertó un flechazo de remordimiento que me atravesó, odiaba que todo el tiempo estuviera molestándome, pero la amaba, era mi hermana y sabía que le rompería el corazón si escapaba así sin más. Eso me hizo reconsiderar.
-Está bien, no huiré- Le dije a mi amigo que se mantenía expectante. Antes que celebrara la decisión, que aun no era del todo una como tal, me apresuré a agregar –Pero te propongo algo: Acompáñame a Atma, iremos solo de paseo para conocer- y explorar, así me hago una mejor idea por si después decido escapar de verdad. Pensé mientras le mostraba una amplia y fingida sonrisa, que borré rápidamente antes de que supiera que mentía un poco y descubriera mis verdaderas intenciones. Me conseguiría uno de esos famosos guerreros de Atma para que me entrenara, ya vería yo la manera. Antes tenía que ir a buscarlo junto con mi amigo…si lo convencía.
Aryana-
Mensajes : 72
Puntos : 32
Inscripción : 04/08/2012
Edad : 18
Orientación sexual : Heterosexual
Pareja actual : Ninguna
Ocupación : Ninguna
Re: Una refrescante huida. {Libre}
Karim suspiró, con un toque de fastidio en la expresión. No tenía la más mínima de lo que había hecho Aryana en su ausencia pero esta vez estaba siendo bastante buena dando argumentos para convencer al joven Delois, y había que admitir que convencer al chico no era para anda sencillo; eso Aryan lo sabía bastante bien. No obstante, ahora Karim se encontraba pensando en la posibilidad de escapar a Atma por un par de horas con Aryana de forma que ambos pudieran conocer algo de aquel reino que el joven no había tenido la oportunidad de visitar todavía.
De repente, el sentido común de Karim consiguió encenderse en algún lugar de su cerebro antes de continuar escuchando las opciones de Aryana. Comenzó a atar cabos y pensar en las razones por las cuales la chica deseaba escapar, por lo menos en aquellos momentos. Bastante cierto era que Aryana tenía fama de odiar el glamour y la fama que le proporcionaba estar bien posicionada en la clase alta de Lizeorion, pero tampoco era muy reconocida por seguir insulsas fantasías que le surgían de repente. Karim estaba seguro de que tenía que haber algo más de trasfondo y estaba dispuesto a averiguarlo.
- Muy bien, un sencillo paseo a Atma supongo que no será ningún problema. Pero, ¿si sabes que Remedi igual tendrá que enterarse? Se me acaba de ocurrir... - Su cabeza de nuevo estaba funcionando de la forma que solía hacerlo, y nuevas ideas comenzaban a surgirle rápidamente. - Es cierto que Remedi mandaría a un entero ejercito si fueras a algún reino...completamente sola. Si fueras conmigo y mi abuelo no pasaría nada considerando que ella tiene toda su confianza depositada en Moshter Rediem, sin embargo...Ella ha confiado mucho tiempo en mi y sabe que sería incapaz de dejarte sola si vamos a algún otro reino. Supongo que si consigo convencerla de que ir conmigo es completamente seguro, tal vez no ponga problema, no se te olvide que Remedi me tiene en muy buena estima.
No cabía duda...lo había convencido. Karim se había perdido cuando Aryana comentó la parte de las armas y los guerreros, y a decir verdad no le molestaría conseguir un buen maestro que le enseñara. Por ahora con lo que hacía en la universidad de ciencias arcanicas y sus clases de política con Moshter, no le quedaba mucho para entrenar como era debido, cosa que no le agradaba demasiado, puesto que prefería estar bien entrenado en caso de llegar a necesitar librar una lucha. No obstante, a pesar de que el joven entró en ensoñación con lo que Aryana le había comentado, aún le quedaba un poco de perspicacia para no sucumbir ante lo que su amiga pudiera decirle y ponerle aún ciertos obstáculos.
De repente, el sentido común de Karim consiguió encenderse en algún lugar de su cerebro antes de continuar escuchando las opciones de Aryana. Comenzó a atar cabos y pensar en las razones por las cuales la chica deseaba escapar, por lo menos en aquellos momentos. Bastante cierto era que Aryana tenía fama de odiar el glamour y la fama que le proporcionaba estar bien posicionada en la clase alta de Lizeorion, pero tampoco era muy reconocida por seguir insulsas fantasías que le surgían de repente. Karim estaba seguro de que tenía que haber algo más de trasfondo y estaba dispuesto a averiguarlo.
- Muy bien, un sencillo paseo a Atma supongo que no será ningún problema. Pero, ¿si sabes que Remedi igual tendrá que enterarse? Se me acaba de ocurrir... - Su cabeza de nuevo estaba funcionando de la forma que solía hacerlo, y nuevas ideas comenzaban a surgirle rápidamente. - Es cierto que Remedi mandaría a un entero ejercito si fueras a algún reino...completamente sola. Si fueras conmigo y mi abuelo no pasaría nada considerando que ella tiene toda su confianza depositada en Moshter Rediem, sin embargo...Ella ha confiado mucho tiempo en mi y sabe que sería incapaz de dejarte sola si vamos a algún otro reino. Supongo que si consigo convencerla de que ir conmigo es completamente seguro, tal vez no ponga problema, no se te olvide que Remedi me tiene en muy buena estima.
No cabía duda...lo había convencido. Karim se había perdido cuando Aryana comentó la parte de las armas y los guerreros, y a decir verdad no le molestaría conseguir un buen maestro que le enseñara. Por ahora con lo que hacía en la universidad de ciencias arcanicas y sus clases de política con Moshter, no le quedaba mucho para entrenar como era debido, cosa que no le agradaba demasiado, puesto que prefería estar bien entrenado en caso de llegar a necesitar librar una lucha. No obstante, a pesar de que el joven entró en ensoñación con lo que Aryana le había comentado, aún le quedaba un poco de perspicacia para no sucumbir ante lo que su amiga pudiera decirle y ponerle aún ciertos obstáculos.
Karim-
Mensajes : 42
Puntos : 21
Inscripción : 06/09/2012
Edad : 18
Orientación sexual : Heterosexual
Pareja actual : Ninguna
Ocupación : Ninguna
Re: Una refrescante huida. {Libre}
Una gran sonrisa asomó a mi cara cuando Karim aceptó la idea de buen talante, sonrisa que se desapareció cuando mencionó sobre decirle a mi hermana nuestros planes. La conocía y sabía que aceptaría no sin antes darme un largo sermón sobre responsabilidades, luego sobre lo importante que era para ella, después vendría la mención de mis padres y sus enseñanzas para rematar con suplicas y sus patéticos intentos de manipularme condicionándome el permiso y echándome en cara que era la única que aportaba y hacia sacrificios por mantener nuestra relación. Solo pensar en eso me hizo me dio sueño. –Pfffff- resoplé con cara de fastidio mirando a mi amigo. Lo halé hacía el agua y comencé a examinarlo levantando su brazo, abriendo sus parpados con mis dedos, moviéndole una oreja para ver detrás de ella, lo miré con mucha seriedad a los ojos mientras Karim me observaba divertido –¿Dónde dejaste a mi amigo?- Le pregunte fingiendo una expresión temerosa –¿Dónde quedo mi amigo Karim? Ese que se sabía divertir -.
Decidí que su plan era mejor a nada -Bien!!! está bien. Por ahora tú ganas. Peeeero es justo que ponga unas condiciones también yo, vamos los dos solos a caballo antes y hacemos un rápido reconocimiento del reino. Así, en el próximo viaje que tu abuelo haga a Atma conoceremos y sabremos donde se ubican los lugares de interés- se lo dije entusiasmada pues no pensaba esperar a ese viaje, quería ir ya. Mi mirada se apagó e hice una mueca de desagrado –Sí, si, en ese viaje con Mr. Moshter Rediem haremos todo ese teatro de decirle a Remedi y soportaré su monologo por 2 o 3 horas, lo prometo-. Había logrado encender la chispa de la curiosidad lo sabía, estaba a nada de convencerlo, me adelante a darlo por hecho antes de que se le ocurriera decir que no a mi plan. –Eso si, el sermón será por culpa de ese gran sentido moralista que te cargas, así que te tocara cargar mi equipaje en el viaje con tu abuelo y me aseguraré de que su peso te haga desear haber aceptado mi primer propuesta-
Decidí que su plan era mejor a nada -Bien!!! está bien. Por ahora tú ganas. Peeeero es justo que ponga unas condiciones también yo, vamos los dos solos a caballo antes y hacemos un rápido reconocimiento del reino. Así, en el próximo viaje que tu abuelo haga a Atma conoceremos y sabremos donde se ubican los lugares de interés- se lo dije entusiasmada pues no pensaba esperar a ese viaje, quería ir ya. Mi mirada se apagó e hice una mueca de desagrado –Sí, si, en ese viaje con Mr. Moshter Rediem haremos todo ese teatro de decirle a Remedi y soportaré su monologo por 2 o 3 horas, lo prometo-. Había logrado encender la chispa de la curiosidad lo sabía, estaba a nada de convencerlo, me adelante a darlo por hecho antes de que se le ocurriera decir que no a mi plan. –Eso si, el sermón será por culpa de ese gran sentido moralista que te cargas, así que te tocara cargar mi equipaje en el viaje con tu abuelo y me aseguraré de que su peso te haga desear haber aceptado mi primer propuesta-
Aryana-
Mensajes : 72
Puntos : 32
Inscripción : 04/08/2012
Edad : 18
Orientación sexual : Heterosexual
Pareja actual : Ninguna
Ocupación : Ninguna
Re: Una refrescante huida. {Libre}
Simplemente no pudo evitar lanzarle a Aryana una mirada entre furibunda y divertida. no era de extrañar que su amiga de infancia lo considerara un aburrido de tiempo completo, puesto que desde hacía tiempo (Un poco antes de que se llenara de tantas ocupaciones que poco tiempo le quedaba para sus atenciones personales) había procurado mantenerse en la linea de la ley y lo justo, no porque realmente lo quisiera ni mucho menos, sino por el simple hecho de que, considerando que su cara empezaba a notarse en el pueblo lizeoriano, no podía dar malas impresiones ni catalogarse como el nieto rebelde de Mosther así como Aryana se había catalogado ya como la desjuiciada hermana de Remedi.
- Por supuesto que tu amigo Karim sigue en alguna parte, muy escondido. - Dijo mientras sonreía nuevamente con esa sontira suya tan benevola. De pronto se quedó callado, pues Aryana ya había hecho una nueva propuesta y maldijo por lo bajo. ¿Como es posible que esta niña esté cerca de convencerme? Pensó para si mismo con una nota de desagrado y cierta desesperación. Aryana tenía esa capacidad y no era algo que le gustara demasiado. - Mmmm tiene que haber algún modo de que podamos saltarnos ese sermón de Remedi... - ¡Maldita sea! ya era demasiado tarde, había perdido la lucha. - ¡De acuerdo! Nos escaparemos un día de estos a algún reino a conocerlo. No sé que sería de mis clases de política si vas tu, así que ya, me ganaste. Iremos a Atma, por supuesto no creas que no tengo también condiciones. Empezaremos antes de que amanezca para llegar allí justo al amanecer, aprovechar la mañana y la tarde y volver antes de que el sol se ponga. Podemos decirle a Remedi, a Moshter y mi madre que estaremos todo el día entrenando en el bosque o en la zona comercial de Lizeorion, ¿te parece?
Tuvo el repentino presentimiento de que Aryana se le abalanzaría con un fortísimo abrazo que probablemente lo ahogaría, por lo que antes de que pudiera decir nada, la invitó a las rocas sobresalientes que antes había encontrado, pues para esos dos no había nada más agradable para planear sus bromas que un lugar alejado y en lo absoluto común. Ya Karim se veía asimismo ensimismado, soñando los parajes de Primith, Ehret y Bestore después de haber ido a Atma buscando su propio objetivo personal y emprender la búsqueda de su padre, pero tampoco se había dado cuenta hasta ese momento en que por fin Aryana había conseguido que su actitud moralista flaqueara, que deseaba mucho conocer de otros lugares y encontrar personas que pudieran aportarle más conocimientos de lo que pudiera encontrar en su propio y erudito reino.
- Por supuesto que tu amigo Karim sigue en alguna parte, muy escondido. - Dijo mientras sonreía nuevamente con esa sontira suya tan benevola. De pronto se quedó callado, pues Aryana ya había hecho una nueva propuesta y maldijo por lo bajo. ¿Como es posible que esta niña esté cerca de convencerme? Pensó para si mismo con una nota de desagrado y cierta desesperación. Aryana tenía esa capacidad y no era algo que le gustara demasiado. - Mmmm tiene que haber algún modo de que podamos saltarnos ese sermón de Remedi... - ¡Maldita sea! ya era demasiado tarde, había perdido la lucha. - ¡De acuerdo! Nos escaparemos un día de estos a algún reino a conocerlo. No sé que sería de mis clases de política si vas tu, así que ya, me ganaste. Iremos a Atma, por supuesto no creas que no tengo también condiciones. Empezaremos antes de que amanezca para llegar allí justo al amanecer, aprovechar la mañana y la tarde y volver antes de que el sol se ponga. Podemos decirle a Remedi, a Moshter y mi madre que estaremos todo el día entrenando en el bosque o en la zona comercial de Lizeorion, ¿te parece?
Tuvo el repentino presentimiento de que Aryana se le abalanzaría con un fortísimo abrazo que probablemente lo ahogaría, por lo que antes de que pudiera decir nada, la invitó a las rocas sobresalientes que antes había encontrado, pues para esos dos no había nada más agradable para planear sus bromas que un lugar alejado y en lo absoluto común. Ya Karim se veía asimismo ensimismado, soñando los parajes de Primith, Ehret y Bestore después de haber ido a Atma buscando su propio objetivo personal y emprender la búsqueda de su padre, pero tampoco se había dado cuenta hasta ese momento en que por fin Aryana había conseguido que su actitud moralista flaqueara, que deseaba mucho conocer de otros lugares y encontrar personas que pudieran aportarle más conocimientos de lo que pudiera encontrar en su propio y erudito reino.
Karim-
Mensajes : 42
Puntos : 21
Inscripción : 06/09/2012
Edad : 18
Orientación sexual : Heterosexual
Pareja actual : Ninguna
Ocupación : Ninguna
Re: Una refrescante huida. {Libre}
Contuve un grito de alegría cuando supe que había ganado aquella batalla, en Karim brillaba esa luz que siempre se le encendía cuando una nueva aventura lo emocionaba. Suspiré –Vaya! Cada vez me cuesta más trabajo convencerte. Aunque acéptalo, siempre termino ganándote- Le saque la lengua en señal de burla, los dos sabíamos que eso era mentira, si alguien podía hacerme entrar en razón cuando emprendía campañas temerarias, era mi amigo.
Me di media vuelta en las rocas dándole la espalda y sonriendo por lo bajo de manera traviesa, estaba segura que no se la esperaba, me giré rápidamente y me lance contra él chocando con su cuerpo mientras le daba un fuerte abrazo, no sin antes haberme asegurado de librar las rocas, lo tome por sorpresa así que fue fácil hacerlo perder el equilibrio y los dos caímos al agua nuevamente muertos de risa.
-Deberías dejar que te enseñe técnicas de defensa, eres muy malo con el ataque sorpresa- Dije riendo mientras le lanzaba agua a la cara y aprovechaba esa ventaja para huir de él porque seguro que no se quedaría con los brazos cruzados luego de lo que le había hecho.
Era muy fácil olvidarnos de los años, con Karim podría tener un comportamiento tan infantil y divertido como cuando éramos niños. Llegué a la orilla y mani se acercó a mi un tanto inquieto por mi súbita llegada, lo acaricie y él se dirigió a mi mano en busca de comida, eso me recordó algo. Me dirigí hacia la montura de mi caballo y tome un par de manzanas que había llevado conmigo, partí una por la mitad para compartir con Karim y le di la otra a mani. Tome de paso mi arco y mire hacia el lago –Vamos Karim, veamos quien atrapa mas liebres-
Me sentía eufórica, pronto estaría en Atma y podría conocer ese reino famoso por sus valientes guerreros.
Me di media vuelta en las rocas dándole la espalda y sonriendo por lo bajo de manera traviesa, estaba segura que no se la esperaba, me giré rápidamente y me lance contra él chocando con su cuerpo mientras le daba un fuerte abrazo, no sin antes haberme asegurado de librar las rocas, lo tome por sorpresa así que fue fácil hacerlo perder el equilibrio y los dos caímos al agua nuevamente muertos de risa.
-Deberías dejar que te enseñe técnicas de defensa, eres muy malo con el ataque sorpresa- Dije riendo mientras le lanzaba agua a la cara y aprovechaba esa ventaja para huir de él porque seguro que no se quedaría con los brazos cruzados luego de lo que le había hecho.
Era muy fácil olvidarnos de los años, con Karim podría tener un comportamiento tan infantil y divertido como cuando éramos niños. Llegué a la orilla y mani se acercó a mi un tanto inquieto por mi súbita llegada, lo acaricie y él se dirigió a mi mano en busca de comida, eso me recordó algo. Me dirigí hacia la montura de mi caballo y tome un par de manzanas que había llevado conmigo, partí una por la mitad para compartir con Karim y le di la otra a mani. Tome de paso mi arco y mire hacia el lago –Vamos Karim, veamos quien atrapa mas liebres-
Me sentía eufórica, pronto estaría en Atma y podría conocer ese reino famoso por sus valientes guerreros.
Aryana-
Mensajes : 72
Puntos : 32
Inscripción : 04/08/2012
Edad : 18
Orientación sexual : Heterosexual
Pareja actual : Ninguna
Ocupación : Ninguna
Re: Una refrescante huida. {Libre}
El suspiro fue largo y relajado. Aryana había conseguido lo que quería, por lo que había ganado esa batalla, pero había que admitir que Karim no había cedido tan facilmente. Le llamaba la atención la aventura y las emociones que le podían esperar en los otros reinos, en especial en Atma gracias a sus guerreros y demás tradiciones de las que solo conocía gracias a los escritos a los que tenía acceso en la biblioteca de su universidad. Pero también estaba intrigado, porque Aryana no habría insistido tanto de no ser porque había algo particular en ese reino que le llamara la atención y dudaba mucho que tuviera que ver directamente con sus guerreros.
Sus pensamiento le fueron arrebatados violentamente cuando algo lo empujó fuera de la roca y terminó cayendo al agua. Tuvo el tiempo suficiente para entender que había sido Aryana la causante de ello y soltar una sonora carcajada mientras caían al agua. La chica debía conocer muy bien a Karim, pues de una se fue nadando del lugar, huyendo de la posible venganza que el chico estaba preparando. Desafortunadamente no fue lo suficientemente veloz como para alcanzarla y vengarse dentro del agua, así que decidió ejecutar su venganza en tierra, cuando ela estuviera distraída y pudiera atacarla por sorpresa.
Ta estando en tierra, buscó su mochila y su camisa, que había dejado justo al lado. No había llevado su arco, así que dejó esperando a Aryana mientras iba al bosque y buscaba ciertas cosas. Con lo que encontró allí no le fue dificil construir un arco. No era su arco ni mucho menos, pero al menos le funcionaría mientras tanto. - Bueno, obviamente voy a ser yo quien atrape más. De pasó, podremos secarnos con el ejercicio. - Empezó a sentir algo de frío, pues estaba empapado y no había nada con lo que cubrirse sin empapar su ropa. Tendría que conformarse con ir medio desnudo mientras cazaban, aunque claro, no le molestaba, como si no lo hubiera hecho antes.
Sus pensamiento le fueron arrebatados violentamente cuando algo lo empujó fuera de la roca y terminó cayendo al agua. Tuvo el tiempo suficiente para entender que había sido Aryana la causante de ello y soltar una sonora carcajada mientras caían al agua. La chica debía conocer muy bien a Karim, pues de una se fue nadando del lugar, huyendo de la posible venganza que el chico estaba preparando. Desafortunadamente no fue lo suficientemente veloz como para alcanzarla y vengarse dentro del agua, así que decidió ejecutar su venganza en tierra, cuando ela estuviera distraída y pudiera atacarla por sorpresa.
Ta estando en tierra, buscó su mochila y su camisa, que había dejado justo al lado. No había llevado su arco, así que dejó esperando a Aryana mientras iba al bosque y buscaba ciertas cosas. Con lo que encontró allí no le fue dificil construir un arco. No era su arco ni mucho menos, pero al menos le funcionaría mientras tanto. - Bueno, obviamente voy a ser yo quien atrape más. De pasó, podremos secarnos con el ejercicio. - Empezó a sentir algo de frío, pues estaba empapado y no había nada con lo que cubrirse sin empapar su ropa. Tendría que conformarse con ir medio desnudo mientras cazaban, aunque claro, no le molestaba, como si no lo hubiera hecho antes.
Karim-
Mensajes : 42
Puntos : 21
Inscripción : 06/09/2012
Edad : 18
Orientación sexual : Heterosexual
Pareja actual : Ninguna
Ocupación : Ninguna
Re: Una refrescante huida. {Libre}
Reí con ganas –Sigue soñando Karim, sabes que mis reflejos son mejores- ironicé aun con el recuerdo divertido de nuestra caída de las rocas.
Me deslice sigilosamente por los arbustos que me rodeaban esperando el más mínimo movimiento de las hojas, las liebres solían salir a buscar comida cuando el sol comenzaba a ponerse y a esa hora si tenía suerte podría cazar un mayor numero. Unas ramas a la distancia comenzaron a sacudirse y una liebre de color grisáceo dio unos saltos hacía campo abierto, sonreí, habían pasado apenas unos minutos y ya tenia una presa de gran tamaño en la mira; preparé mi arco y apunte hacia el animal, cerré los ojos pues odiaba ver cuando la flecha atravesaba el objetivo y lancé la flecha, camine mirando hacía otro lado, sabía que había atinado a mi presa pero la sangre me ponía un poco mal; una debilidad que no me permitía pero que ahí estaba siempre que veía ese liquido viscoso de color rojo.
Me arrodillé junto al cuerpo sin vida de la liebre y cuando estuve a punto de tomarle las orejas dos bolitas blancas se asomaron de un agujero cercano a mí. Desvié la mirada tomando otra flecha pero al momento la coloqué nuevamente en su lugar, eran un par de lebratos que se acercaban a saltitos inspeccionando el lugar, supuse que acababa de matar a su madre. Levanté a la liebre que yacía tras de mí y la coloqué fuera de la vista de sus crías, de pronto esos dos animalitos me parecieron tan frágiles e inocentes. Los tome y los puse sobre mi regazo, debía pensar qué hacer con ellos, sin una madre que los defendiera pronto terminarían siendo presa fácil de cualquier depredador. Pero yo carecía por completo de instinto maternal, no me llevaba bien con las mascotas, todas se me habían muerto excepto maní que había sido cuidado por otros. ¡Eso era! Otro debía hacerse cargo, en eso si era experta, en delegar responsabilidades. Se los daría a Karim, él seguramente no tendría corazón para abandonarlos a su suerte.
Caminé hacía la rivera de la laguna cuidándome de los ataques sorpresivos de mi amigo, sabía que idearía la manera de vengar su caída de las rocas; llevaba ambas manos ocupadas y eso me dejaba en una posición bastante expuesta y peligrosa.
Me deslice sigilosamente por los arbustos que me rodeaban esperando el más mínimo movimiento de las hojas, las liebres solían salir a buscar comida cuando el sol comenzaba a ponerse y a esa hora si tenía suerte podría cazar un mayor numero. Unas ramas a la distancia comenzaron a sacudirse y una liebre de color grisáceo dio unos saltos hacía campo abierto, sonreí, habían pasado apenas unos minutos y ya tenia una presa de gran tamaño en la mira; preparé mi arco y apunte hacia el animal, cerré los ojos pues odiaba ver cuando la flecha atravesaba el objetivo y lancé la flecha, camine mirando hacía otro lado, sabía que había atinado a mi presa pero la sangre me ponía un poco mal; una debilidad que no me permitía pero que ahí estaba siempre que veía ese liquido viscoso de color rojo.
Me arrodillé junto al cuerpo sin vida de la liebre y cuando estuve a punto de tomarle las orejas dos bolitas blancas se asomaron de un agujero cercano a mí. Desvié la mirada tomando otra flecha pero al momento la coloqué nuevamente en su lugar, eran un par de lebratos que se acercaban a saltitos inspeccionando el lugar, supuse que acababa de matar a su madre. Levanté a la liebre que yacía tras de mí y la coloqué fuera de la vista de sus crías, de pronto esos dos animalitos me parecieron tan frágiles e inocentes. Los tome y los puse sobre mi regazo, debía pensar qué hacer con ellos, sin una madre que los defendiera pronto terminarían siendo presa fácil de cualquier depredador. Pero yo carecía por completo de instinto maternal, no me llevaba bien con las mascotas, todas se me habían muerto excepto maní que había sido cuidado por otros. ¡Eso era! Otro debía hacerse cargo, en eso si era experta, en delegar responsabilidades. Se los daría a Karim, él seguramente no tendría corazón para abandonarlos a su suerte.
Caminé hacía la rivera de la laguna cuidándome de los ataques sorpresivos de mi amigo, sabía que idearía la manera de vengar su caída de las rocas; llevaba ambas manos ocupadas y eso me dejaba en una posición bastante expuesta y peligrosa.
Aryana-
Mensajes : 72
Puntos : 32
Inscripción : 04/08/2012
Edad : 18
Orientación sexual : Heterosexual
Pareja actual : Ninguna
Ocupación : Ninguna
Lost Legacy :: Nemedur :: Lizeorion :: Praderas Sirion
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Mayo 22, 2013 5:46 pm por Merceron
» The Last Chapter {Afiliacion Elite}
Vie Mayo 17, 2013 6:29 pm por Invitado
» Digimon Tamers, Comienza tu aventura (élite)
Vie Mayo 17, 2013 8:45 am por Invitado
» Ramna Kalesh
Miér Mayo 08, 2013 10:45 am por Nosh
» Pide rol
Lun Abr 01, 2013 5:21 pm por nedesidere
» Kuroi Karasu Foro de Rol [+18] [Afiliación Elite]
Mar Mar 26, 2013 6:41 pm por Invitado
» SE PODRIA DECIR...
Dom Feb 17, 2013 3:53 pm por nedesidere
» UN TRAMO OBLIGADO
Dom Feb 17, 2013 3:48 pm por nedesidere
» Registrar avatar (OBLIGATORIO)
Vie Feb 15, 2013 5:30 pm por Ivan Krhimt
» Feliz Cumple user de Aryana!!!!
Jue Feb 07, 2013 3:19 am por Aryana