¿Se puede pedir paz?

por **Mihrley Grysoeil** Vie Oct 05, 2012 2:56 pm

DE hecho no sabria como hacer para reaccionar si encontrase el libre que intentaba encontrar con facilidad, pero en realidad parecía que no era tarea facil. Que cosas. Aquel sueño lo tuvo varias veces. Soñando con que estaba en un dia nublado y con sus tunicas de gala esperaba de pie a que ocurriera algo de lo que desconocia. Suspiro profundamente, veia a la gente pasar por su lado, por las estanterias o por cualquier lugar de la biblioteca.

Quizás podría haber encontrado algo enseguida. El libro del significado de sueños que era demasiado pequeño, pero en cuanto abrió el libro pudo ver que había varias páginas arrancadas-¿Como?-No. No se cuestionaría tal fechoría, pero de cualquier modo no le serviría de nada buscar en un libro demasiado escueto y de falta de explicaciones con sentido común. Aquel sueño le resultaba curioso. Aún o a veces cuando lo recordaba se reía o simplemente se estremecía de lo extraño que era dicho sueño. Sí. Muy extraño.

Otros sueños le eran irrevelantes pero este siempre se repetía. Una y otra vez, no sabría que hacer la verdad, pensando en tener que hacer alguna cura, pero el no manejaba pociones o cualquier arte química, lo que a él le gustaba era quedarse horas leyendo o investigando con tal de obtener conocimiento, poder llegar a tener el mismo nivel que su maestro Zholotey. Sí, conocimiento, quizás para poder salir aireoso de una situación difícil o quizás para obtener una descendencia aceptable por la sociedad y transmitir sus conocimientos a cada uno, con lo llego a la conclusión de que tendría que esforzarse al igual que ellos al escucharle.

-¿Perdón?-Juró escuchar algunas palabras cerca de él ¿O habrá sido su imaginación?

por **Merceron** Vie Oct 19, 2012 12:05 am

En uno de sus clásicos paseos por las bibliotecas de Primith, reino al cual respeta desde lo más profundo de su ser, se preguntaba acerca de la procedencia del alma.

Lamentablemente esas dudas surgían al ingresar siempre en ese hermoso reino: la inmensidad de sus montañas bañadas en eterna nieve, el fanatismo y la pasión de sus monjes en sus prácticas diarias, sus inmensos templos e infinitas bibliotecas, donde era fácil perderse en un océano de información valiosa... Siempre, todo esto, lo hacía cuestionar su propio ateísmo.

Era ya conocido por los más habituales en la biblioteca, aún ahí dentro parecía un pequeño pueblo: casi todos se conocían y lo conocían a él, y todos, muy respetuosamente, pero nunca poniendolo a un nivel superior a otro ser humano, lo saludaban; Eso era una clara muestra de una gran educación deontológica, a diferencia de su reino, que en su presencia quienes no estaban acostumbrados se arrodillaban incomodamente en reverencias, allí sabían tratarlo con el respeto que merece "uno más"... Y eso le agradaba.

Sin embargo, al continuar con su caminata, observó a un muchacho que no le era familiar en lo absoluto, el cual estaba profundamente enfrascado observando un libro con páginas arrancadas, posiblemente con información valiosa para él... Al observarlo atentamente, pudo comprobar que estaba algo constorcionado, pero lo simulaba muy bien.

"Educación hasta estando solo... Debe de ser un monje, y tal vez uno muy dedicado..." pensó Merceron. Durante unos segundos reflexionó cómo se tomaría una charla con un desconocido, parecía no ser hombre de muchos amigos, sin embargo, su necesidad de ayudar a quienes lo necesitan pudo más que su educación, por esto abordó al joven.

-Disculpa, veo que has sufrido un contratiempo con las páginas de ese libro, creo haberlo leído antes, tal vez pueda ayudarte...- Se adelantó Merceron con voz fuerte y clara.
Al principio el monje, enfrascado en sus pensamientos, pareció no escucharlo. Sin embargo, luego de un par de segundos, pareció despabilarze con un sorprendido "Cómo?...".

Merceron dudó, sin embargo, sería d mala educación no continuar con esa charla.
-Creo haber leído ese libro antes, tal vez pueda ayudarte... ¿Te aqueja algún sueño o pesadilla?- Luego de pensar bien su pregunta decidió que fue muy estúpida, ¿Qué puede aquejar a un monje de Primith? Deben ser las personas con la conciencia más tranquila que existe. Sin embargo, se cayó y aguardo respuesta, conciente de que no había vuelta atras.

por **Mihrley Grysoeil** Vie Oct 19, 2012 12:30 pm

Se quedo medianamente mirando al hombre de cabellos largos sobre la hombrera de una brillante armadura – No es por el contenido del libro...-suspiro algo hastiado por volver a ver aquella pieza de información con las hojas arrancadas. Dejándolo con lentitud sobre la gran mesa que se expandía cerca de sus pies.

Su mirada volvió a clavarse en los ojos oscuros del desconocido, mirándole con cierto aire neutral que no sabias si estaba pensando o si se había quedado en el limbo y entonces, fue cuando envió una mirada directa de arriba hacia abajo por el resto del cuerpo ajeno, acabando en los ojos nuevamente para mostrar una débil sonrisa que pretendía ser afable-....Imagínese, que el libro es usted...y que le arrancan los intestinos como si fueran viejas hojas de algún libro descuidado en el olvido.... ¿Cómo se sentiría? – Le miro con su calma de siempre, sin alterarse. Tan solo era una pequeña pregunta en la que se reflejaba su curiosidad. Esperaba....y esperaba.

Desde algún modo pensó en que el hombre al que tenía delante que podría haber querido ayudarle y el quizás habría sido antipático con aquella suposición. Suspiro y negó para alzar una mano y moverla a ambos lados-...No...No te preocupes en mi comportamiento....solamente es cruel tratar algo como los libros de esta manera...-Miro hacia el libro para tomarlo en sus dedos y finalmente colocarlo en un carrito en donde había libros perdidos.

Sí, aquellos libros que ya nadie tomaba en cuenta, pero mira tú por dónde, había encontrado unas hojas sueltas entre la multitud de las pastas de los libros, las cogió con cuidado para ver y reconocer las líneas que parecían haber sido arrancadas del libro aquel que había tenido en breves momentos y cogiéndolo nuevamente para hacerlo coincidir, pero no, no era de aquel libro y finalmente su esperanza se esfumó. Al menos si era usuario de la biblioteca, al menos cuidar del material.

-¿Vino por alguna inquietud que le demore el sueño, buen hombre? – Dijo con lentitud mientras apilaba unos cuantos libros de tapa verde musgo y en cuanto se dio cuenta, nunca se había presentado ante aquel hombre, así que con una mano delante suya fue a ofrecérsela al hombre con una afable sonrisa-...Mi nombre es...Mihrley...-Sonrió de lado, viendo los oscuros ojos de la compañía que le brindaba esa tarde.

por **Merceron** Dom Oct 21, 2012 6:55 pm

El joven que con el hablaba de repente se mostró desinteresado, luego, antipático: "Imagínese, que el libro es usted...y que le arrancan los intestinos como si fueran viejas hojas de algún libro descuidado en el olvido.... ¿Cómo se sentiría?", comentó el joven. En un principio, Merceron se sintió contrariado y luego ofendido.
"Disculpa... Pero yo no arranqué las hojas de ningún libro." pensó.
Pero luego recapacitó y comprendió, en cierto modo, su punto de vista. Tal vz estaba tan contrariado porque realmente necesitaba ese libro de interpretación de sueños... O al menos eso creía él.
Sus pensamientos se vieron rápidamente interrumpidos por un gesto de mano del joven, en señal de negación, tal vez era su manera de pedir disculpas "...No...No te preocupes en mi comportamiento....solamente es cruel tratar algo como los libros de esta manera...", tras esto el joven comenzó a revizar una pila de libros perdidos.
"Bueno, al menos se preocupa por la biblioteca, eso está bien...", posteriormente el joven le preguntó "¿Vino por alguna inquietud que le demore el sueño, buen hombre?", luego finalmente se presentó, ofreciendo su mano para estrecharla "...Mi nombre es... Mihrley....".
Merceron estrechó su mano.
-El mío Merceron- Intentó hacerlo sonar un nombre muy común, para que no se extrañara por si lo había escuchado antes; luego, a su última pregunta, contestó -No... No hay sueño que me inquiete en realidad... De hecho, mi peor pesadilla solo recurre a mi cuando estoy despierto...-.
Pensó que tal vez su oyente no lo entendería, por esto hizo un gesto con la mano, restandole importancia, para continuar expresando lo que pensaba: -Sin embargo, creo que usted si se ve acosado por sus sueños: Ese libro parecía importante para usted, y se mostró notoriamente consternado por su irreparable destrucción... Dígame, si no es mucho pedir, que sueño le acoza?- Terminó Merceron para esperar la respuesta de Mihrley. No sabía si esta llegaría realmente como esperaba, pero no perdía nada con intentarlo.

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