Un paseo por el reino [Luna Nillson]

Caía ya la tarde cuando el rey salio del palacio real para recorrer el reino montado en su caballo, ya se había desocupado de todas las tareas del día, así que solo se disponía a pasear escoltado por su guardia personal por aquellos secos y calurosos terrenos que formaban Bestore. Al llegar a las abarrotadas calles del mercado central, el calor se hizo más intenso, la gran masa de gente que ocupaba los estrechos caminos del mercado intentando comprar en las pequeñas tiendas que ofrecían gran variedad de cosas, hacía mas lento el avance del rey. Sus escoltas intentaban despejar el camino para abrirle paso, pero la gente a pesar de que los empujaran y les gritaran ordenes, no estaban dispuestos a moverse de su lugar, Ash no estaba sorprendido, conocía muy bien a su pueblo y ni aunque fuera un dragón celestial se moverían. Pasaron varios minutos hasta que logro moverse algunos metros abriéndose paso entre la multitud, su garganta se había secado después de haber pasado largo rato entre aquel mar de gente, por suerte a su derecha se encontraba una tienda que ofrecía diferentes tipos de vino, se acerco y enseguida el comerciante le hizo una reverencia. Era un hombre de avanzada edad que lucia cicatrices en casi toda la cara, probablemente quemaduras, ojos celestes claros, una barba canosa descuidada, ropas bastante harapientas y un turbante que le cubría la cabeza. Su mirada no le inspiraba a Ash la mas mínima confianza.

-¿Que desea beber su alteza? Tengo los vinos mas deliciosos de Bestore-
-Deme el mejor vino que tenga-
-Por supuesto mi señor, espéreme mientas voy a buscarlo en mi reserva especial-

El comerciante dio la vuelta y corrió una cortina tras la cual se encontraba una escalera que llevaba a la parte de atrás de la tienda, donde seguramente guardaba las mejores mercancías, unos minutos después volvió con una jarra de cerámica que ofreció al rey, acompañado por una horrible sonrisa.

-Aquí tiene. El mejor de mis vinos para usted señor, no debe haber otro en Bestore que sepa mejor-
-Ya lo probaré y comprobaré si es el mejor o no. Aquí tiene-Le tendió una pequeña bolsista con monedas de oro, dio la vuelta a su caballo y siguió apartando gente de su camino.

Algunos metros mas adelante se detuvo y le tendió la jarra a uno de sus guardias, a pesar de que estaba muerto de sed, antes debía comprobar si aquel hombre no lo quería matar. Con el tiempo había aprendido que no podía confiar en ningún Bestoriano, de hecho su pueblo estaba poblado de ladrones, traidores, entre otras cosas, cualquiera podría ser un asesino que deseara sacarlo del trono. A pesar que su gente de alguna forma lo quería y lo respetaba, todos deseaban el poder y serían capaz de cualquier cosa para conseguirlo. El guardia tomó la jarra con algo de desconfianza y se la acercó a la boca, le dio un trago y se la retiro de la boca.

-Un excelente vino mi señor-dijo. Y le devolvió la jarra a Ash.

Él la tomó y comenzó a beber, tenía tanta sed que casi se la termina toda. Una vez que sacio su sed retomo la marcha.

El sol comenzaba a esconderse cuando llego al Oasis Urius, bajo de su caballo y dejo que bebiera un poco de agua y que se alimentara de la escasa vegetación que crecía a su alrededor. Un poco acalorado y agotado por el paseo se quito el jubón para sumergirse en las aguas del Oasis, no sin antes decirles a sus guardias que se podían retirar para dejar sus caballos en los establos y disfrutar de lo que quedaba del día, no necesitaba que lo cuidaran, en ese lugar estaba solo y seguro, y si surgía algo sabría defenderse, le hicieron una reverencia y se retiraron rápidamente. Una vez solo se metió en las aguas hasta la mitad del torso, se acomodo y cerro los ojos para disfrutar del momento.

Luego de haber logrado romper el hielo con la primera pregunta, se sintió mucho mas relajado y no tan incomodo, dirigió su mirada directamente hacia la chica, que se había sentado sobre una roca, y descubrió que esta también lo miraba, al igual que él se la notaba mucho más tranquila. Fue entonces cuando se detuvo a observarla mas detenidamente, su rostro de rasgos suaves mostraba que se trataba de una joven de entre 20 y 25 años, de estatura media, tenía una hermosa sonrisa y su piel algo pálida hacia que resaltaran aun más los ojos azules.

-Encantado de conocerte Luna-dijo, extendiéndole la mano-Soy Ashkore, Ashkore Kendrik. Soy de aquí de Bestore, tal vez me conozcas como rey, o alteza[/b]-le contesto, dedicándole una sonrisa.

-Creo que en eso de querer estar solos y no llamar mucho la atención coincidimos, pero con mi cargo eso es prácticamente imposible-dijo riéndose-Por eso hay veces en que me escapo, como por ejemplo esta, para lograr estar solo por un rato, aunque hay veces en las que me interrumpen bellas mujeres para gritarme que tengo un lindo cuerpo-y volvió a sonreirle.

-Ven, caminemos un rato porque el frío nos congelara las articulaciones, mientras lo hacemos seguimos hablando-Le tendió la mano para ayudarla a levantarse.

Una vez que ayudo a incorporarse a la muchacha y ésta ya estuviera frente a él, le extendió su brazo para que lo tomará y caminasen a la par. Su tono de voz cambio un poco luego de enterarse de que estaba frente a su rey y que éste le estaba dedicando varias sonrisas.

-Por favor, no estas interrumpiendo para nada mi tiempo, de hecho, disfruto de la compañía de cualquier otra persona que no pertenezca ni a la corte ni de alguien que me este hablando de todos los problemas que hay en el reino, cosas que creo que yo ya tengo bastante sabidas. De vez en cuando es bueno socializar con otras personas que no están a tu lado solo a causa de tu cargo y esta noche siento que estoy bien acompañado por una linda dama. Por lo menos no estas todo el tiempo adulandome como casi todos en este reino, seguramente la mayoría de éstos lo hacen para conseguir un poco de poder.-La miro a la cara y le pidió-Oh, y por favor, no me llames Lord, estos momentos en que estoy fuera del palacio los uso principalmente para olvidarme de mi cargo y volver a ser yo mismo, solo Ashkore, si quieres puedes llamarme Ash.-

No podía mentir, le caía bien aquella chica, parecía sincera en comparación con los demás ciudadanos que habitaban en este oscuro reino que no tenia más que personas falsas y ambiciosas, era una de las pocas que parecía más interesada en él que en su cargo.

-Dime Luna, ¿como es que que nunca me habías visto?-No podía dejar pasar aquella pregunta, la duda no le dejaba pensar, ¿acaso era la única persona en el reino que no estaba interesada en el poder?